Blimm

Blimm fue un asura perturbado que vivió hace varios siglos, tanto genio como paranoico, Blimm es generalmente venerado como uno de los mejores Golemantes que jamás haya vivido. Blimm hizo grandes avances en la construcción de gólems ahora perdidos en el tiempo, incluido el progreso con las construcciones nigrománticas. Sin embargo se considera que su mayor logro es el Ojo del Gólem, un cristal que permite la creación de construcciones taumatúrgicas ambientales autorreplicantes.

Blimm cumplió su aprendizaje bajo Oola, pero renunció después de que ella movió su escritorio al sótano, dejó de pagarle y supuestamente le robó su báculo favorito. Después del juicio de Zinn, en el que Oola sobornó a sus compañeros miembros del Consejo Arcano para que exiliaran al investigador y rival golemante Zinn. Después de eso Blimm siguió a Zinn a Kryta, donde ambos tuvieron un encuentro con Livia, que estaba buscando aliados para la Hoja Brillante en la {{guildwiki|Guerra_en_Kryta|guerra civil de Kryta}. Se construyó un laboratorio para ambos a lo largo de la Costa de la Divinidad donde ahora se encuentra la ciudad de Linde de la Divinidad. Su misión consistía en construir un gólem de protección que pudiera defenderse contra los mursaat y para ese fin fueron vistos experimentando en un Vidente ya muerto. Sin embargo el Manto Blanco se dirigió hacia Arco del León antes de que pudieran instalar un núcleo de poder, y tuvieron que reutilizar el núcleo para proporcionar un efecto temporal similar a una infusión en las fuerzas del Manto Blanco.

El plan fue un éxito y después de la victoria contra el Manto Blanco en la Batalla por Arco del León, Blimm aparentemente se quedó en su laboratorio en la Costa de la Divinidad. Clagg cuenta los rumores de que mantuvo una "extraña compañía" con la humana nigromante y más adelante que ya murió, en la lápida de Blimm (inusual para los asura, que tradicionalmente son cremados) lo describe como el más grande de los golemantes y el consejero favorito de Livia, sugiriendo que tal vez que los dos se mantuvieron en contacto después del final de la guerra. Hacia el final de su vida Blimm dejó de creer en la Alquimia Eterna, creyendo estar separado de ella. Fue esta perspectiva la que le dio más audacia en sus experimentos y le permitió hacer los avances que hizo en la golemanidad nigromántica.

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